Libro de vacaciones

Un autor recomendado (no sabíamos que era mujer) y la búsqueda de sus libros para regalar a María. Resultó ser un acierto, ya que en menos de un verano ya teníamos todos los publicados.

«El hombre de los círculos azules» (Fred Vargas, 1991) es la primera novela del comisario Jean-Baptiste Adamsberg, un personaje peculiar que no tiene método en sus investigaciones. Sin embargo, cuenta con un buen expediente y trayectoria laboral que le da una reputación que no entiende junto a una fama que lo abruma.

El caso principal trata de unos círculos azules rodeando objetos al azar que aparecen con más frecuencia por las cercanías del metro, en días laborales, acompañando la frase ‘Victor, mala suerte, ¿qué haces fuera?’. Los diferentes utensilios sirven de distracción para el crimen real. El cual Adamsberg estaba esperando para frustración del metódico inspector Adrien Danglard, quien es un hombre volcado en el vino blanco, y leal al comisario aun con sus dudas sobre la capacidad policial.

De fondo está Camille Forestier, una mujer que el comisario no olvida y con la que se vuelve a encontrar… abriendo camino a más apariciones de ésta en las siguientes novelas.

Es un libro de vacaciones porque es fácil de seguir sin necesidad de prestar mucha atención tampoco es un libro que te quite el sueño. Además, al ser ligero sirve como lectura de entre -horas que se puede acabar pronto, para no tenerlo en la lista de ‘empezados y …’.

Wilt

Había oído que era un libro destornillante que en cada página o cada cuatro, como mucho, llorabas de la risa el cual contenía innumerables bromas levemente subida de tono.

Fui a la biblioteca cuando me lo crucé por decimoctava vez en apenas dos semanas, así que lo pedí junto otros libros . Hace unos días reordenando las estanterías vi una copia.

‘Wilt’ (Tom Sharpe, 1976) es una historieta pintoresca. Henry y Eva Wilt es un matrimonio de clásico de los años 70 que tiene tensión de supervivencia, se ve poco y se comunican menos, ya que él trabaja de profesor sin motivación con celos profesionales mientras ella intenta buscar la pasión en cursos que no termina y sin relación.

En uno de estos cursos conocé a Sally Pringsheim y por ende a su marido, Gaskell. Un matrimonio de conveniencia y fraudulento… Entre las reuniones de las mujeres, Henry desahoga su vena criminal escribiendo y reflejando como acabaría con Eva.

Después de una fiesta de los Pringsheim donde invitan a los Wilt, la cual pasa de ser un encuentro con cervezas a llevar a cabo lo escrito con una muñeca hinchable a modo de prueba junto con la fuga de Eva y la aparición del inspector Flint, quien espera arrestar a un asesino en serio, se forma el circo escenográfico peculiar.

El libro es muy fácil de leer y bastante entretenido, además su autor es inglés por lo que suma puntos en la sátira.

La historia que terminó

Hace unos días visité a unos amigos, cuando el hijo llegó empezamos a hablar de libros y películas. Die unendliche Geschichte, Wolfgang Peterson-1984 (La historia interminable, Michel Ende – 1979) fue una conversación bastante curiosa porque descubrimos que habían realizado dos películas más, y si la primera se parece poco al libro las otras…

La primera parte (libro y película) trata del viaje que tiene que hacer Atreyu, un -crío-joven guerrero, para salvar Fantasía, su tierra, de La Nada por encargo de La Emperatriz Infantil. Esta narración ocurre al tiempo que Bastian lo va leyendo. Preferí leerlo a la vez, hay quien prefiere leer una historia primero y luego la otra.

Una narración dividida en dos: roja y verde, realidad e imaginación. Simbología de los mundos fácil, que al final de la primera parte se entrelazan con predominio de la fantasía. Como al llegar a la adolescencia que no se quiere vivir el presente. Huyendo a un rincón autoconstruido y perfecto para quien lo reina.

Recuerdo que no entendía que se llamará así, el libro tiene fin y la película también ¿Cómo que interminable? Años después cuando realicé una trabajo para una asignatura en la universidad, volví al libro. En esa ocasión, no lo leí (no me gusta releerlos), simplemente lo investigué y me gustó más porque ya tenía respuestas a preguntas que no pude contestar.

En interés de la justicia

«En interés de la justicia» (Nancy Taylor Rosenberg, 1995) es una historieta con una estructura similar a la red de una araña. Todo conectado… y con una inexplicable resolución, casi desesperada por dar un fin al libro.

Cuenta la historia de Lara Sanderstone, una juez a la que por el asesinato de su hermana y cuñado, que debe cuidar de Josh, su sobrino adolescente resentido por la sanguijuela de su padrastro.

Lara cuenta con la ‘simpatía’ en el trabajo de la juez Irene Murdock. Además, de contar con el apoyo del sargento Ted Rickerson, encargado del caso, con quien acaba liándose en unas escenas que no van más allá de relleno; y su amigo informático, Emmet Daniels, que tiene problemas de movilidad.

En sí el libro no aporta más que las expectativa de Taylor por hacerse un hueco en el mundo literario en una historia que termina con pedofilia encubierta, al más alto nivel judicial, e investigaciones por corrupción entrecruzadas.

Me recuerda a «La verdad sobre el caso Harry Quebert» (Joël Dicker, 2012), de hecho, recomiendo la lectura si no hay nada más que leer y se quiere llenar un tiempo ya de por sí pérdido.

Como la jara

Entre escritos de reglones inacabados, olvidados y escondidos, turbios por no querer ser claros. Luis, un amigo de la autora, los descubrió y animó para retomar la redacción que terminó publicando.

Autora que conozco antes de mi nacimiento, pasa cuando tus padres tienen amigos que terminan siendo tuyos. Me relaciono poco con los de mi año. C’est la vie, no es rosa ni oscura ni brillante ni es fácil o difícil… es como la jara.

Y sí, me echo una bronca cuando tenía once años(hice cuentas)… porque los idiomas no se me daban bien, no me gustaba ni el español… vamos que suspendí francés (en cuanto pude escogí otra asignatura, el último examen que aprobé fue gracias a dos semanas previas de collejas y gritos de María, mi hermana), pero no una bronca de las normales: me hizo llorar. Sí, pero también me pintó la cara con forma de perro, cuando iba de D’Artacán en carnavales, y con ella descubrí que las tortitas con caramelo están buenas y no solo las que tienen chocolate.

«Como la jara» (Francisca Díaz Fernández, 2015) un poemario dividido en cinco partes. Recuerdo, haber preguntado ¿Jara ,no junco? Espera que busque lo qué es, sonriéndose me dijo que mirara la portada que eso era. También, he de apuntar que no vi ningún «Coco» o «Princesa Aurora» (a María le gusta esa película). Espero que en la segunda entrega estén (sí, espero que captes la directa).

En este caso no puedo hablar del libro en sí, pues te gusta o no te gusta la poesía.

En cambio puedo hablar de lo acertada de la jara, que se parece al junco (canción del Dúo Dinámico), pero como he puesto no lo es. Aunque tiene sus similitudes, la diferencia que encuentro es la permanencia, que tiene la flor blanca ante los desastres, con la cual se expande en incluso en terreno quemado.

Y éste es el punto: terreno quemado. Ya que al igual que c’est la vie la jara cual fénix vuelve a llenar de verde una tierra inhóspita. La vida no es solo revolución de una batalla y un triunfo, es disfrutar y seguir con el camino que se ha conseguido día a día, no importa si se ha logrado la meta hoy. Lo importante es que se enraíce y pueda desplegarse vivamente sobre el campo de batalla.

Coco

Entrada revisada y corregida.

Cartas inesperadas

A.T. es un amigo de los que se hacen sin darte cuenta. Lo había visto en los pasillos del pabellón de la universidad, pero poco más de un saludo con la cabeza y cada cual por su camino. Hablamos por primera vez gracias a sus compañeros de piso y la necesidad de tener a un grupo variopinto para un experimento de carrera.

No era mi entorno, no estaba bien en aquella reunión después de ayudar con la prueba. Creo que se dio cuenta de que yo no encajaba allí, y con el típico ‘estudiamos lo mismo, ¿no?’ amenizó las siguientes horas (no sabía el camino de vuelta al tranvía ni tenía batería suficiente en el móvil para buscarlo, por lo que dependía de una compañera que me había invitado al ensayo de laboratorio para volver).

Nos volvimos a cruzarnos en tranvías, el pabellón y calles centrales donde volvíamos a pasar un rato de conversación sin mirar el reloj.

Cuando terminamos de tropezarnos, pasamos a mantener la amistad por mensajes instantáneos para saber cómo estamos. En una de éstas nos animamos a escribirnos cartas.

Nuestros cumpleaños son poco antes de Navidad, así que decidimos regalarnos en Reyes de Oriente. Coincidimos en el regalo, libro y chuchería, recibí «El dominio mundial: Elementos del poder y claves geopolíticas», (Pedro Baños, 2018)- ya postearé-. Le hice una ‘broma’ por no poner una nota a modo dedicatoria. La siguiente carta que recibí fue un libro con dedicatoria y mensaje final.

El libro «Un manual de vida» (Epicteto, 1997) sobre la filosofía estoica. Un librito que recoge los puntos más llamativos y fáciles de entender, conceptos prácticos para una vida sencilla sin complicaciones.

Son textos para leer con tiempo y paciencia para ahondar en lo que dice, aunque hay fragmentos que se pueden cultivar seguidos. Otros ideas son un poco densas, en las que recomiendo volver a empezar el punto para comprender bien dicho ítem.

Es un librito fino de 92 páginas y apenas más grande que una cartera, por lo cual se puede llevar a cualquier sitio, sin abultar ni molestar en el bolsillo de la chaqueta o una mochila.

Empezando el año

Los libros de misterios son los que más abundan en las estanterías que me rodean, esto se traspasa a lo audiovisual. Por lo que, prácticamente, cualquier serie o película de detective o misterios que se publiqué terminamos viéndola. Cuando BBC sacó la serie «Padre Brown» (2013-actualmente), la cual está basado en los cuentos de G.K. Chesterton, nos hizo gracia por tener otra serie británica que de ésta categoría.

La verdad es que vi primero unas cuantas temporadas antes de leer los cuentos en los que se basa la producción de BBC ¡Vaya sorpresa! Apenas unas 20 páginas para cada relato que no tiene nada que ver con los episodios, ya que casi todos los casos & personajes son inventados.

Mientras que en los relatos que son demasiados cortos, aunque alguna vez pueda dar sensación de tediosos, no dan demasiado protagonismo al Padre Brown y dejan a la imaginación las confesiones con el delincuente de turno.

Leí los relatos agrupados en un libro, que sirve para hacer pesas, con letra bastante pequeña. Debí haber escogido la colección de tomos. Lo bueno de éste formato es poder llegar al final del capítulo y no tener la sensación de continuidad por el que para seguir leyendo por la curiosidad de saber no interfiere en las horas de sueño.

Guerra sin ganadores

Recolocando una estantería encontré un libro que debí leer hace años, muchos años. No lo hice, opté por jugar o vaguear. 129 páginas me parecían una tortura, y más si no me interesaba el tema.

Así que, teniendo una distracción en mis manos que evitara mis responsabilidades por una hora ¿Para qué cambiar después de tantos años?

«Cuba linda y perdida» (María del Carmen de la Bandera, 1998) se centra en las últimas batallas por la posición geopolítica de Cuba. Los españoles que intentaron no perder su imperio y los cubanos peleando por una libertad, que luego iría a manos de Estados Unidos.

Una guerra por la patria, en ambos bandos hubo quienes no entendieron porque mataban ni porque podían morir, como en todas las cruzadas. Ya que solo obedecen ordenes y no se cuestiona.

En esta breve historia, están tres puntos de vista: un joven cubano, Gabi, que deseando luchar por su país se escapa junto con su amigo, Tam, a presentarse voluntarios por la revolución.

Por otra parte, está Pedro un niño español, de la misma edad que Gabi, que ve como su hermano mayor tiene que ir a la guerra. A batallar por unos motivos que no entiende, además al ser pobre no puede pagar la cuota.

La niña rica Elena Sánchez de Montenegro es el tercer punto de vista, éste personaje no habla de la guerra sino de su admiración por Pedro y sus celos porque no le hace el caso que ella quiere.

Como he puesto antes es una historia muy corta, en la cual expresa los bandos de una guerra desde la vista de unos críos que tienen la vida por delante y no entienden bien qué significado real tiene un conflicto así. Viven, sobreviven las consecuencias. Unos perdedores de su imperio, otros cambiando de dueño.